En el corazón de la metodología BIM está la capacidad de gestionar grandes volúmenes de información de manera ordenada, y los sistemas de clasificación son la clave para lograrlo. Herramientas como UniClass, OmniClass y el buildingSMART Data Dictionary (bSDD) proporcionan códigos y definiciones estandarizadas para cada elemento de un modelo BIM, desde componentes estructurales como vigas hasta sistemas complejos como HVAC. Por ejemplo, el bSDD permite catalogar propiedades específicas, como el material o la resistencia de un elemento, asegurando que esta información sea accesible y comprensible para todos los agentes del proyecto, independientemente del software utilizado.
En España, los sistemas de clasificación están ganando relevancia en licitaciones públicas, donde se exigen para garantizar consistencia en los datos entregados. Un caso práctico es el uso de UniClass en proyectos de infraestructura, donde cada elemento se codifica para facilitar el intercambio entre plataformas como Revit y Tekla. Esto no solo reduce errores causados por malentendidos, sino que también optimiza la coordinación interdisciplinaria y la gestión del ciclo de vida del activo, desde el diseño hasta el mantenimiento. Los sistemas de clasificación son el pegamento que une la visión digital de la construcción moderna.